Gastón Batalla, el hombre que había sido baleado por un custodio de la vicepresidenta Cristina Kirchner tras un accidente de tránsito, murió este sábado por las graves heridas que sufrió. El agente de la Policía Federal Argentina (PFA) quedó detenido y está imputado por el delito de “homicidio en grado de tentativa”.
El hombre de 44 años falleció en el Hospital Larcade del partido bonaerense de San Miguel donde estuvo internado durante la última semana y fue intervenido quirúrgicamente en varias oportunidades.
Leé también: Un bidón de nafta y otra misteriosa desaparición: las claves del asesinato de Lautaro Morello
Batalla estaba internado luego de ser herido por Ariel Fernández, efectivo de la División Custodia Presidencial de la Policía Federal Argentina (PFA) a cargo de la custodia de Cristina Kirchner, en una discusión provocada por de un accidente de tránsito, que desembocó en un tiroteo.
Luego de la balacera, el agente de la PFA fue detenido y quedó a disposición de la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 21 de Malvinas Argentinas, Lorena Carpovich, quien indagó al efectivo policial y lo imputó por el delito de “homicidio en grado de tentativa”.
Con la confirmación de la muerte de Gastón Batalla la causa cambió de carátula y Ariel Fernández será trasladado a la fiscalía el lunes próximo para ser indagadado por el delito de “homicidio”.
Gastón Batalla, de 44 años, se encontraba internado tras ser herido de bala por un efectivo de la custodia de la Vicepresidenta, identificado como Ariel Fernández. Foto: Facebook
La Policía Federal Argentina difundió un comunicado en el que señaló que la fuerza abrió un expediente interno para investigar las actuaciones del oficial involucrado en el hecho.
“La Superintendencia de Asuntos Internos e Inspectoría General de manera paralela a la investigación judicial, acorde a los protocolos de actuación, se encuentra encargada de la investigación del caso”, expresó la fuerza de seguridad en el comunicado.
Leé también: Crimen de Lautaro Morello: detuvieron al hijo y al sobrino de un comisario de la Policía Bonaerense
Una de las hijas de Gastón Batalla publicó una emotiva carta luego de conocer la noticia de la muerte de su papá. “No entiendo por qué tu paso por esta vida fue tan corto, vos no merecías esto papá”, comenzó el escrito.
La joven pidió que “nunca se olviden” de su padre, a quien describió como “un hombre de oro, amigo de oro, pero por sobre todas las cosas un papá ejemplar, el mejor papá que puede existir”.
“Hasta el fin de mis días me voy a acordar de vos y voy a estar orgullosa porque toda tu vida viviste para nosotros y para que nunca nos falte nada”, cerró su publicación.
Cómo fue el accidente que derivó en la muerte de Gastón Batalla
El hecho ocurrió el sábado 10 de diciembre cerca de las 21 en la intersección de las calles Blasco Ibáñez y Las Delicias, en el partido bonaerense de San Miguel. Según informaron fuentes judiciales, Ariel Fernández iba a bordo de una camioneta Renault Kangoo y Gastón Batalla en un auto Volkswagen Gol.
El efectivo de 32 años, que se encontraba de franco esa noche, chocó contra el auto de Batalla y ambos conductores empezaron a mantener una discusión acalorada.
Leé también: La siniestra trama de un enfermero que sedó, manoseó y le lamió la cara a una paciente
De acuerdo a lo que consignó Télam, en ese momento el conductor del Volkswagen Gol sacó un revólver y le disparó en dos oportunidades al policía, que, luego de identificarse, respondió con su pistola reglamentaria.
Ambos conductores habrían intercambiado al menos siete disparos y Gastón Batalla fue el que se llevó la peor parte. El hombre de 44 años resultó gravemente herido y fue trasladado al hospital municipal Raúl Larcade, donde finalmente falleció.
Máximo Thomsen es el más “complicado” de los rugbiers acusados en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. La Justicia tiene elementos probatorios que lo posicionan como quién dio el golpe final que termino con la vida del joven a la salida de un boliche de Villa Gesell. Este lunes 6 de febrero será el veredicto.
Leé también: Las 5 frases más fuertes de la declaración de Máximo Thomsen
El acusado siempre vivió en la ciudad de Zárate junto a su familia. Debido a la situación judicial que atraviesa Máximo, su madre, Rosalía Zárate renunció al cargo de Secretaria de Obras Públicas en la ciudad de Zárate.
¿Quién es Máximo Thomsen?
Tiene 22 años y hasta antes que ocurriera el asesinato en la ciudad balnearia, Thomsen estudiaba Educación Física en la ciudad de Zárate.
El joven practicó rugby a lo largo de toda su infancia en el Arsenal Zárate. Pero en 2017 se unió al Club Atlético de San Isidro (CASI), que actualmente lo suspendió.
Desde el equipo aseguran que el joven nunca se “integró”. Según consignó Clarin, sus compañeros lo describen como alguien“bastante callado”.
Es señalado por la Justicia como el rugbier que le dio la patada mortal al adolescente asesinado a golpes, el 18 de enero de 2020, a la salida de un boliche de Villa Gesell.
Una de las pruebas que incriminan a Thomsen es una zapatilla de lona negra manchada con la sangre de la víctima que le pertenecía. La encontraron en la casa que los rugbiers habían alquilado en la costa.
Del mismo modo, un audio de WhatsApp entre amigos en común de los rugbiers expuso la actuación de Thomsen en el crimen. “Le pegó no sé cuántas patadas en la cabeza y la última lo mató”, se escucha decir a un joven agendado en el grupo como Juani Neme.
Está imputado por “lesiones graves” causadas a seis amigos del joven asesinado.
Thomsen se negó a someterse a las pericias psicológicas y psiquiátricas solicitadas por la querella y la fiscalía. “Ya violaron muchas cosas privadas mías y no quiero que vuelva a pasar”, justificó.
La defensa de Máximo busca remarcar que, según la declaración testimonial de uno de los médicos forenses que realizó la autopsia de Fernando, no se pudo “determinar cuál de todos los golpes y lesiones que describí en dicha zona fue el que le ocasionó el deceso”. De esta forma busca evitar recibir una pena más alta que la del resto de sus amigos.
Thomsen rompió el silencio por primera vez en el juicio: “Quiero pedir disculpas porque jamás en la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien”.
Una mujer de 42 años y otra de 25 resultaron heridas de bala este domingo por la tarde en la zona sudoeste de la ciudad, en un nuevo hecho de violencia que se suma a los ya registrados durante las últimas horas en Rosario.
Según informaron fuentes policiales, las víctimas se encontraban en la zona de Doctor Riva al 3085, en donde la joven de 25 se preparaba para abrir su negocio. En esa misma cuadra, justo al lado, tiene su domicilio la otra mujer herida.
En ese momento, pasadas las 16 horas, dos masculinos que llegaron en moto efectuaron disparos que alcanzaron a ambas, según relató un hombre que posteriormente las trasladó en su auto hasta el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
El personal del efector médico que las revisó constató que la mujer de 42 presentaba múltiples heridas de arma de fuego, mientras que la de 25 tenía un único orificio de bala en la axila izquierda.
Este nuevo hecho de violencia se suma a una saga de balaceras y ataques que, antes de que termine el domingo, dejaba un saldo de 3 muertos y varios heridos en la ciudad.
El hombre que desde hace seis meses llevaría un hostigamiento permanente contra Marta Quintana de 54, y que tuvo su punto de ebullición el viernes 3 cuando se produjo un incidente en avenida Belgrano y Malvinas Argentinas, donde amos trabajaban, deberá en la mañana de este lunes comparecer ante la fiscal de Investigaciones Rosana Soto.
El capataz lleva tres días preso, luego que fuera denunciado por Quintana y su hijo Claudio López. Las cámaras de seguridad ese día tomaron como Aguilar se acerca a la mujer, presuntamente para indicarle el trabajo que debe hacer, mientras Quintana está al lado de una carretilla: la empleada le arrojó un cono de señalización vial por la cabeza y luego se ve a López que interviene y lo saca a Aguilar del frente de su madre de un golpe de puño.
En la denuncia de la mujer consta que el jefe de ella le pidió en malos términos que volviera a hacer un trabajo y además, que le exige usar la pala cuando hay tareas que no puede cumplirlas porque es paciente en recuperación de cáncer de mama. En ese sentido, los constantes asedios sin respetar el cuadro de salud de la trabajadora, ha llevado en estos meses a una relación tirante.
Marta Quintana, asegura que es hostigada desde hace seis meses por parte de su jefe y radicó una denuncia.
Por eso, las cámaras captan cuando aparece el hijo de Quintana y agrede al capataz. El hostigamiento viene desde hace tiempo. Por otro lado, la víctima y otros empleados sabían que Aguilar llevaba una pistola en la riñonera, por eso en los videos registrados por testigos se puede oír que la mujer a gritos pide que se le saque el arma, algo que luego se comprobó con el arribo de los policías: tenía una pistola Bersa Thunder 380 y hoy tendrá que explicar qué hacía con una pistola en el trabajo y en la calle.
NORTE pudo saber de fuentes judiciales que el hombre tenía el permiso vencido y no cuenta con la habilitación para portación, por lo que fue el motivo principal que llevó a la fiscal a ordenar que permanezca detenido y citarlo para declaración de imputado. Por otro lado, también el Ministerio Público dispuso se entregue un botón de pánico para la víctima y para el hijo, dispositivo que le fue cedido el mismo viernes de manera inmediata.
EL REPUDIO Y LA PREOCUPACIÓN EN EL MUNCIPIO
El violento episodio que deberá dilucidarse que fue lo que pasó, obligó a las autoridades municipales a repudiarlo y garantizar la integridad de los trabajadores. Fue el subsecretario de Servicios, Luís Alonso, quien dejó en claro que el gobierno municipal impulsa una política de erradicación definitiva de todas las violencias en todos los ámbitos de la municipalidad.
‘Yo pensé que era una cuestión superada, que habíamos superado viejas prácticas a partir de la revalorización y jerarquización; a partir también de generar las mejores condiciones para todos los compañeros trabajadores y en muchos casos dando la oportunidad de que cada uno elija el lugar donde quería desempeñar su tarea con el fin de aportar a una armonía que termine significando una mejor prestación de los servicios‘, reconoció.