La intervención policial de la comisaría vecinal 3A se inició cuando el hermano del hombre denunció que la víctima estaba en el local, pero no respondía los llamados / Foto archivo.
El haber «actuado sobre seguro» y con una «actitud fría y determinada» fue como caracterizó en su condena a 30 años de cárcel la justicia el crimen que perpetró un hombre de nacionalidad cubana, quien en julio de 2021 le asestó 13 puñaladas a su jefe, un comerciante en un local de venta de celulares, en el barrio porteño de Balvanera, para robarle alrededor de 300.000 pesos y 30.000 dólares.
El fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 22 recayó sobre Yohan Hernández Quesada (25), alias «El Cuba», por el delito de «homicidio agravado por haber sido perpetrado con alevosía» en perjuicio de Johan Deyvis Alvarado Díaz (34), de nacionalidad peruana.
Según la sentencia de 57 páginas a la que Télam tuvo acceso, la pena impuesta al joven, actualmente detenido en el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, vencerá al mediodía del 31 de agosto de 2051, cuando tenga 54 años.
Hernández Quesada debió ser condenado a prisión perpetua, pero como había sido capturado en Uruguay, el tratado de extradición entre ambos países establece «no imponer una pena de muerte ni una superior a la máxima establecida en el Código Penal uruguayo», que es 30 años.
Los jueces Patricia Cusmanich, Ángel Nardiello y Sergio Paduczak determinaron que el cadáver fue hallado a las 17.45 del 25 de julio de 2021, en el interior del local de venta de telefonía celular y accesorios llamado «Johan Cell», situado Boulogne Sur Mer 569, del cual Alvarado Díaz era propietario.
La intervención policial de la comisaría vecinal 3A se inició cuando el hermano del hombre denunció que la víctima estaba en el local pero no respondía los llamados, por lo que con la autorización judicial correspondiente se dispuso que personal de bomberos ingresara al lugar por la parte superior, ya que el negocio estaba cerrado.
El resultado de la autopsia determinó que el comerciante sufrió 13 lesiones por arma blanca cérvico-toraco-abdominales que produjeron hemorragia interna y externa.
«Resulta crucial el resultado de la autopsia efectuada, como también la declaración del profesional interviniente, en tanto a nuestro criterio queda descartada una pelea o una lucha en los términos en que fue esgrimida por el imputado y de la que se hizo eco su defensa», afirmó el Tribunal.
Los jueces recordaron que en su indagatoria «el imputado hizo referencia a que Alvarado Díaz lo atacó en un primer término y que él no tuvo otra opción más que defenderse de una supuesta agresión ilegítima» y que la víctima «le negó la restitución de una suma de dinero que le debía, lo insultó, lo intentó atacar con un monitor y, finalmente, lo habría atacado munido con un elemento corto punzante».
«Inversamente, los elementos probatorios nos indican que Hernández Quesada se presentó ese día en el local, sabiendo que estarían solos, que la puerta de acceso estaría cerrada y atacó imprevistamente y por la espalda a su víctima, quien de ninguna manera pudo ofrecer resistencia ni tampoco tuvo la más mínima posibilidad de requerir auxilio de terceros. Esto era perfectamente conocido por el imputado, quien entonces actuó en el caso sobre seguro», indicó el TOC 22.
«Las conductas de Hernández Quesada se ven imbuidas de una actitud fría y determinada, cuyo punto culmine se aprecia en tanto el imputado publicó módulos telefónicos del local a la venta por internet al poco tiempo de lo sucedido»fallo de los jueces
De acuerdo al fallo, «las conductas de Hernández Quesada se ven imbuidas de una actitud fría y determinada, cuyo punto culmine se aprecia en tanto el imputado publicó módulos telefónicos del local a la venta por internet al poco tiempo de lo sucedido».
«Las posibilidades de defensa se hacían cada vez más mínimas con cada puñalada por parte del imputado; y tomando en consideración que las primeras puñaladas fueron cometidas por la espalda y sin que la víctima pudiera defenderse, toda maniobra defensiva posterior resultaría de menor eficacia, concluyendo en su deceso a manos del imputado», señalaron los jueces.
También descartaron «por completo que la víctima haya utilizado un cuchillo para defenderse y menos aún atacar» al «Cuba» y explicaron que «tampoco fueron obstáculo las cámaras para que el imputado lograse su cometido, ya que sorteó esa circunstancia al atacar a Alvarado Díaz en su oficina, donde no había tales medidas de seguridad».
Tras el homicidio, los investigadores determinaron que «el imputado se había fugado a Uruguay, en tanto los familiares les aportaron una captura de pantalla de «Facebook Marketplace», donde ofrecía módulos de celulares muy similares a aquellos que había en el local».
Para la fiscalía, además de esos elementos, el asesino robó unos 300.000 pesos y cerca de 30.000 dólares ya que la víctima guardaba tanto la recaudación como el dinero destinado, entre otros gastos, al pago de proveedores.
Finalmente, el ahora condenado fue detenido el 1 de septiembre del año pasado por personal de Interpol del país vecino y extraditado un tiempo después.
“Lo atacaron por ser pariente, nada más. No les importa nada”. No sin ocultar cierta bronca, una fuente de la investigación se refirió al ataque a tiros que sufrió un hombre en Empalme Graneros en la tarde del jueves. Miguel Eduardo Ibáñez (54 años) se encuentra hospitalizado en terapia intensiva tras haber recibido cuatro balazos en Campbell al 1200 bis, una zona patrullada por Gendarmería Nacional (GNA) luego del brote de violencia que surgió con el asesinato del niño Máximo Gerez, víctima involuntaria de un tiroteo contra un búnker en Los Pumitas, un sector cercano en ese barrio del noroeste.
La víctima de la balacera, sostuvieron fuentes de la causa, guarda una relación de parentesco con Alex “Araña” Ibáñez, un recluso sospechado de ordenar el ataque al búnker del apodado Salteño, que el 1º de marzo se cobró la vida de Máximo Gérez en Cabal al 1300 bis.
Los pesquisas creen que el ataque a Miguel Eduardo posee relación con el contexto de disputas territoriales entre bandas dedicadas al narcomenudeo, pero aseguraron que nada hace presumir que la víctima sea protagonista de esos conflictos. “Es gente trabajo; la familia está muy consternada”. En las últimas horas, en las redes aparecieron posteos para solicitar oraciones para la recuperación del hombre, que fue sometido a una operación en el Hospital Eva Perón.
El ataque tuvo lugar cerca de las 16 en Campbell 1200 bis, cuando Miguel Eduardo iba a entrar a su casa. Un hombre en moto se le acercó y sin mediar palabra le efectuó al menos cuatro disparos.
En septiembre de 2020, a metros de ese lugar fue detenido Arañita Ibáñez, como parte de la investigación del crimen de la adolescente Ticiana Espósito, otra víctima fatal de una bala que no era para ella. Por ese caso, Arañita Ibáñez fue condenado por encubrimiento y tenencia de arma. La causa tiene otros tres condenados en juicio abreviados.
El domicilio volvió a ser allanado el 5 de marzo en ocasión de una redada de la División Homicidios ordenada por el fiscal Adrián Spelta para dar con los homicidas de Máximo Gérez. Del lugar se llevaron detenido a Nicolás Castillo, primo de Arañita. Junto con Maximiliano Castillo, Nicolás fue imputado como uno de los ocupantes del Honda Civic que disparó sobre el búnker regenteando por Cristian “Salteño” Villázon, ataque que se cobró la vida de Máximo.
SÁENZ PEÑA (Agencia). Luego de los allanamientos realizados tanto en Sáenz Peña, Villa Ángela y Avia Terai, en fuentes de la investigación consideran que este sábado puede ser un día clave, a raíz de las pistas que se fueron obteniendo en las últimas horas, a lo que se suma una imagen suministrada por cámaras de seguridad de Avia Terai, que harían referencia al paso de una camioneta con similares características que habría «acompañado» al camión que había descargado harina en dos comercios de esta localidad.
La labor de la sección canes de la Policía del Chaco puede ser vital para dar con el paradero de los supuestos asesinos del camionero santafesino.
Pero no solo eso, sino que se logró la incautación de una prenda de vestir con manchas de sangre compatibles con las de un ser humano, que están sometiéndose a pruebas de laboratorios, mientras que la labor del perro de la Policía puede ser clave para dar con el paradero de los supuestos asesinos de Fernando Francovich, el conductor del camión que vivía en Villa Ocampo, en la provincia de Santa Fe.
Desde el primer momento, el Ministerio de Seguridad y Justicia a través de la Policía del Chaco trabaja coordinadamente con la Procuración General de la provincia para esclarecer el hecho.
Es por eso que la Policía trabaja como auxiliar de la Justicia para avanzar rápidamente en el hallazgo de los sospechosos.
También se mantiene vigente una alerta roja de búsqueda en todas las provincias limítrofes y en permanente comunicación con las fuerzas de seguridad de Salta, Santiago del Estero, Formosa, Corrientes y Santa Fe.
Se solicita a la comunidad comunicar cualquier dato que pueda servir a la investigación al 911 o acerarse a la comisaría cercana a su domicilio.
Ayer por la noche, en el partido bonaerense de Pilar, precisamente en la ciudad de Presidente Derqui, un hombre de 37 años fue asesinado de un balazo en el pecho luego de socorrer a una pareja que estaba siendo asaltada por un grupo de ocho delincuentes.
El hecho ocurrió en una quinta ubicada en la Isla Soledad y H.G. Martín, en el barrio Santa Ana, en donde Celestino Mico, de nacionalidad boliviana y camionero de profesión, buscó intervenir para evitar que se llevara a cabo el delito.
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Fuentes judiciales informaron a Télam que la banda delictiva arribó al lugar en dos camionetas e ingresó a una quinta, propiedad de una familia boliviana que se dedica al cultivo de frutas y verduras.
Los asaltantes lograron reducir al matrimonio que se encontraba en la casa. Allí robaron dinero en efectivo -alrededor de 500 dólares- dos televisores y celulares.
El camión de la víctima, un hombre de 37 años que buscó intervenir en un robo (Foto: Celestino Mico).
Según las fuentes cercanas al caso, una de las víctimas del robo logró desatarse y se comunicó con un familiar que vive cerca del inmueble. Éste se acercó junto a otros dos hombres -entre ellos Mico- y se enfrentaron con los delincuentas justo cuando intentaban escaparse.
Las otras dos personas, de 20 y 63 años también recibieron disparos en sus brazos y fueron trasladados a un hospital de la zona, donde permanecen internados fuera de peligro.
Ocho delincuentes ingresaron en una quinta: robaron dinero efectivo, televisores y celulares (Foto: Google Maps).
El personal policial fue alertado de lo ocurrido y comenzó una pesquisa en base a los datos aportados por los testigos presenciales, entre otras diligencias. El hecho es investigado por el fiscal Germán Camafreita Steffich, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°3 descentralizada en Pilar, Departamento Judicial de San Isidro.
El funcionario judicial ordenó una serie de medidas para intentar dar con los ocho prófugos. Además del trabajo de la Policía Científica en el lugar, buscará recolectar información a partir del relevamiento de las cámaras de seguridad de Pilar y José C. Paz.